Si quiere tener éxito como entrenador personal, debe ser capaz de mantener a sus clientes motivados. Y no sólo durante las sesiones de entrenamiento. Tienen que estar tan decididos a alcanzar sus objetivos que también cambien su comportamiento fuera del gimnasio.
Algunos entrenadores intentan avivar la motivación del cliente centrándose en la recompensa intrínseca. Otros adoptan el enfoque de la recompensa extrínseca. ¿Cuál es la mejor opción para lograr un cambio de comportamiento a largo plazo? Antes de responder a esta pregunta, hablemos primero de lo que es la motivación.
Entender la motivación y la teoría de la motivación
La motivación se define, en parte, como “tener una fuerte razón para actuar o lograr algo”. En el mundo del fitness, esta motivación puede residir en la mejora de la salud. Se desea sentirse mejor física o emocionalmente. Otro motivador común es el deseo de mejorar su aspecto físico. No se sienten bien con su aspecto y quieren sentirse más cómodos en su propia piel.
Existen varias teorías para explicar lo que impulsa la motivación. Una de las más conocidas es la jerarquía de necesidades de Maslow. La base de esta teoría es que las necesidades fisiológicas de una persona deben ser satisfechas en primer lugar. Esto implica tener acceso a comida, agua y un lugar cálido donde recostar la cabeza. También incluye sentirse seguro y protegido.
Una vez satisfechas estas necesidades básicas, la persona puede atender sus necesidades psicológicas. Aquí es donde satisfacen sus necesidades de pertenencia, amor y sentimientos de realización. Únicamente cuando se satisfacen estas necesidades pueden pasar a alcanzar su máximo potencial. Este nivel más alto se llama autorrealización.
Si se suscribe a la jerarquía de Maslow, para ayudar a los clientes hay que determinar en qué punto de la pirámide se encuentran. Hay que identificar qué necesidades no se están satisfaciendo y encontrar formas de satisfacerlas para que puedan ascender en la cadena y convertirse en la mejor versión posible de sí mismos.
Ciertamente, como entrenador personal, muchas de estas necesidades están fuera del ámbito de la práctica. Por no mencionar que no es humanamente posible satisfacer todas las necesidades de tus clientes. En su lugar, hay que encontrar formas de inspirar a los clientes para que quieran esforzarse o motivarse. Aquí es donde entran en juego la motivación intrínseca y la extrínseca.
Definición de la motivación intrínseca
La motivación intrínseca también se conoce como motivación interna. Es sentirse obligado a hacer algo porque lo disfrutas o porque te satisface a nivel interno. La forma en que la actividad o el comportamiento te hace sentir es la recompensa en sí misma.
Algunos ejemplos de recompensas internas son poder moverse más fácilmente después de perder peso o poder decir que has corrido una carrera de 5 km. Alcanzar estos objetivos te hace sentir bien por dentro. Aumentan tu nivel de satisfacción personal. Los motivadores intrínsecos hacen que te sientas orgulloso de quién eres y de lo que has hecho.
Explicación de la motivación extrínseca
La motivación extrínseca es diferente porque depende de una recompensa externa. Usted hace algo no porque quiera, sino porque hay algún factor externo que le impulsa a cambiar su comportamiento.
Los motivadores extrínsecos pueden ser un cónyuge u otro miembro de la familia que le diga que tiene que perder peso. O puede tratarse de la decisión de aumentar la masa muscular para ganar una competición de culturismo. Quieres que ese premio cuelgue en tu pared.
La motivación externa es una motivación que busca satisfacer una fuente externa. Realizas una actividad o cambias un comportamiento para hacer feliz a otra persona o para ganar un premio tangible.
Motivación Intrínseca vs Extrínseca: ¿Cuál es la mejor para entrenar a los clientes?
Entonces, ¿qué funciona mejor cuando se trata de mantener a los clientes de entrenamiento personal motivados y centrados: un motivador intrínseco o un motivador extrínseco? La investigación se inclina más hacia la motivación intrínseca.
Por ejemplo, un estudio preguntó a 645 adultos mayores qué era lo que más les motivaba a hacer ejercicio. Las razones que dieron fueron que querían mejorar su salud y su forma física o que querían los beneficios sociales y emocionales que ofrece la actividad física. Sin embargo, ¿cuál fue el factor de motivación que más contribuyó a que se movieran más? Si disfrutaban o no del ejercicio.
Otro estudio analizó el impacto de la motivación intrínseca en el cumplimiento de un programa de ejercicio. En este caso, se pidió a 87 adultos físicamente inactivos que hicieran ejercicio de intensidad alta o moderada durante 10 semanas.
Los investigadores descubrieron que el nivel de motivación intrínseca de los participantes predecía si se adherirían a su rutina de ejercicios. Una vez más, fue el deseo interno el que resultó más eficaz para cambiar el comportamiento humano. La pregunta es: ¿cómo ayuda usted a sus clientes a avivar estos factores internos?
3 elementos de la motivación eficaz
No importa cuánto quieras que un cliente cambie un comportamiento específico. Tienen que querer cambiarlo ellos mismos. Esto puede ser frustrante desde el punto de vista del entrenamiento personal. A veces parece que estás luchando una batalla perdida. Sin embargo, hay algunas cosas que puede hacer para ayudar a los clientes a aumentar su motivación intrínseca.
La motivación es algo más que tener fuerza de voluntad. Es un impulso profundo e interno para hacer lo que hay que hacer para vivir una vida mejor. Es una fuerza tan irresistible que uno está dispuesto a dedicarse a una actividad concreta, aunque preferiría hacer otra cosa.
Tener este nivel de motivación requiere la presencia de tres elementos clave:
- Autonomía: la capacidad de elegir por uno mismo; no estar obligado
- Dominio: alcanzar un nivel de experiencia o competencia en la actividad que se realiza.
- Propósito: tener una razón más profunda para hacer algo; una razón externa a uno mismo
Ser un entrenador personal de éxito implica ayudar a sus clientes a desarrollar estas tres áreas. Deben sentir que están cambiando sus comportamientos porque quieren hacerlo, no porque otra persona lo quiera por ellos. También deben sentirse lo suficientemente competentes como para seguir el programa de ejercicios y dietas. Y deben ser capaces de ver el panorama general de lo que representa hacer cambios positivos en el estilo de vida.
4 pasos para aumentar la motivación del cliente
¿Suena un poco abrumador? No tiene por qué serlo. De hecho, al incorporar cuatro pasos en su programa de entrenamiento actual, puede ayudar a los clientes en todas estas áreas. De este modo, podrán alcanzar todos sus objetivos de salud y fitness.
Paso 1: Educar a sus clientes
El primer paso para reforzar el comportamiento intrínsecamente motivado es ayudar a los clientes a ver lo importante que es cada uno de estos elementos para lograr sus objetivos a largo plazo. Hable con ellos sobre la autonomía, el dominio y el propósito. Hágales ver que, cuando estos tres elementos están presentes, la motivación se vuelve casi automática.
Puede ser útil utilizar un ejemplo que ya experimenten en su vida cotidiana. Uno de ellos es la motivación en el lugar de trabajo. Las empresas gastan toneladas de dinero en intentar aumentar el compromiso de los empleados proporcionándoles un incentivo extrínseco. Ofrecen, por ejemplo, un salario más alto o bonificaciones.
Sin embargo, las investigaciones han demostrado sistemáticamente que las personas que más trabajan son las que tienen un mayor nivel de satisfacción laboral. En otras palabras, no lo hacen por el sueldo, las primas o los beneficios. Lo hacen porque disfrutan con lo que hacen. Ofrézcales la esperanza de que pueden alcanzar el mismo nivel de disfrute al hacer ejercicio y llevar una dieta más saludable.
Paso 2: Evaluar su situación actual
Una vez que sus clientes se den cuenta de la importancia de la autonomía, el dominio y el propósito, el siguiente paso es evaluar su situación con respecto a cada uno de ellos.
Hable con ellos sobre si hacen ejercicio o comen mejor por sí mismos o por algún factor externo. Pregúntales si se sienten cómodos con el programa de ejercicios que has creado. ¿Tienen alguna duda sobre los movimientos que están aprendiendo?
Pregunte también cuál es su objetivo superior. ¿Qué es lo que les hace sentir más apreciados o como si sus esfuerzos fueran importantes? ¿Cuándo están más conectados con las personas que les rodean?
Paso 3: Identificar los obstáculos
El siguiente paso consiste en identificar las barreras de su cliente para cumplir estos tres criterios. ¿Qué se interpone en su camino para alcanzar la plena autonomía, el dominio o el propósito? ¿Qué le impide alcanzar su objetivo personal?
Paso 4: Desarrollar pasos de acción concretos
El cuarto y último paso consiste en desarrollar un plan de acción para superar las barreras del cliente. En el caso de la autonomía, esto probablemente implique darles más control sobre lo que hacen, cuándo lo hacen y cómo lo hacen. Darle un papel activo en la determinación de su programa de ejercicios. Deje que decidan los ejercicios que quieren realizar (dentro de ciertos parámetros, por supuesto).
Se puede mejorar su nivel de dominio enseñándoles un nuevo ejercicio o habilidad. El dominio se adquiere a través del proceso de aprendizaje. Por lo tanto, enséñeles algo que aún no sepan. Un ejemplo podría ser aprender a desarrollar un grupo específico de músculos.
También es útil recordarles constantemente su objetivo más importante. Ayúdales a ver cómo el hecho de estar más sanos beneficiará a los que les rodean. Otra forma de potenciar el propósito es hacer que se involucren activamente en ayudar a otros a alcanzar objetivos similares. Al actuar como mentor o como modelo, se sienten inspirados a continuar con sus comportamientos positivos a largo plazo.
¿Debe utilizar alguna vez un motivador externo?
Si la motivación extrínseca no es tan poderosa como la intrínseca, quizá se pregunte si debería utilizar alguna vez algún tipo de recompensa externa o material. Tal vez quiera ofrecer una recompensa en metálico al cliente que más peso pierda o más músculo desarrolle. O quiere dar una tarjeta de regalo a los clientes una vez que completen el programa.
Aunque las recompensas extrínsecas pueden hacer que los clientes se apunten a su entrenamiento, las investigaciones no apoyan este método de motivación a largo plazo. Por lo tanto, si va a utilizar este tipo de recompensa, tenga en cuenta que debe complementarse con la creación de una motivación intrínseca si quiere obligar a un cliente a cambiar de forma constante a lo largo del tiempo.
La certificación de entrenador de salud de la AISS enseña aún más formas de motivar mejor a sus clientes de entrenamiento personal. Cuando se puede proporcionar el incentivo adecuado, se obtienen resultados a largo plazo. Como entrenador de salud, aprenderás a crear cambios significativos en el estilo de vida y a avanzar en el futuro del fitness a través de la salud y el bienestar.