La manifestación tiene sus méritos, pero solamente si se sigue con un esfuerzo real.
Muchas personas vienen a terapia con una idea equivocada sobre la manifestación. Hacen preguntas como:
- “Hace poco conocí el concepto de manifestar la riqueza. He empezado a comprar cosas más caras. Pero, aparte de perjudicar mi saldo bancario, no veo ningún resultado. ¿Funciona realmente la manifestación?”
- “Dedico tiempo todos los días a visualizar que tengo una relación sana. Un amigo me dijo que esto mejoraría mi relación con mi pareja. ¿Por qué no veo los beneficios?”
- “He empezado a manifestar un ascenso en el trabajo. Le digo a todo el mundo que conozco que estoy en camino de ser el director regional más joven de mi empresa. ¿Cómo puedo deshacerme de esta sensación de que les estoy mintiendo?”
La manifestación, o el proceso de crear algo sólo con el pensamiento, se asocia a menudo con la espiritualidad y la pseudociencia. La idea es que a través de la visualización, las afirmaciones y otras técnicas similares, puedes convertir tus pensamientos en realidad.
Sin embargo, el problema con la manifestación no es que sea totalmente anticientífica. Por el contrario, es fácil vender una versión diluida de la misma a aquellos que no saben nada mejor. Las redes sociales, especialmente TikTok e Instagram, son famosas por popularizar el concepto de dar “me gusta” a una publicación para manifestar riqueza, amor o poder. Estas publicaciones suelen tener una explicación pseudocientífica de cómo funciona la manifestación y esto, en última instancia, le hace ganar una mala reputación en los círculos científicos.
De hecho, la visualización y las afirmaciones son herramientas valiosas para la superación personal. La visualización, por ejemplo, mejora el rendimiento atlético de las personas incluso cuando no realizan ningún esfuerzo físico. El simple hecho de ensayar ciertos movimientos utilizando el poder de la imaginación puede tener un efecto positivo en el rendimiento real.
Así que la idea de trasladar el pensamiento a la realidad no es descabellada. El truco está en comprender que nada que merezca la pena es fácil. Aquí hay dos errores que la gente comete al manifestar algo.
1. No entienden el concepto de locus de control
Mucha gente que cree en la definición de psicología pop de la manifestación tiende a subestimar el papel que juegan sus acciones en el logro de sus objetivos. Para ellos, la manifestación es un truco de crecimiento sin esfuerzo. En general, tienden a tener lo que se llama un locus de control externo, que es la creencia de que su destino lo deciden factores externos.
Un estudio demostró que los niños que tenían un locus de control interno, o la creencia de que tienen el poder de dar forma a sus vidas, eran menos propensos a tener complicaciones de salud en la edad adulta en comparación con los que tenían un locus de control externo.
La explicación es sencilla: los niños que creían tener voz y voto en su salud comían menos comida basura, eran menos propensos a caer en vicios como fumar o tomar drogas y, en general, se cuidaban más. Por otro lado, los niños que creían que su salud estaba controlada por factores externos eran menos propensos a tomar decisiones saludables en la vida.
Otro estudio publicado en The Journal of Organizational Behavior descubrió que los individuos que tenían un locus de control interno obtenían mejores resultados en el trabajo. En comparación con los que tenían un locus de control externo, estos individuos estaban más motivados y tenían mejores experiencias con sus tareas y compañeros de trabajo.
Parece que las personas que tienen un locus de control externo no suelen dar los pasos necesarios para salvar la distancia entre donde están y donde quieren estar.
Aunque la manifestación puede ayudarte a definir los pasos que debes dar para lograr tu objetivo, el logro de éste depende de ti. Entiende que un objetivo se consigue a través del proceso de aprendizaje, la superación personal y el trabajo duro. Las personas que logran grandes cosas suelen ser las que se enamoran del proceso.
2. No entienden la fijación de objetivos
Los manifestantes suelen tener objetivos amplios o poco realistas. Basándose en lo que es tendencia en las redes sociales en ese momento, pueden incluso manifestar una serie de objetivos diferentes a la vez. Esto es contraproducente.
Un estudio clásico publicado en Psychological Bulletin reveló la importancia de establecer objetivos específicos y desafiantes para aumentar las probabilidades de alcanzarlos. El estudio descubrió que cuando un objetivo estaba bien definido y suponía un reto, las personas eran propensas a gastar más de su ancho de banda mental tratando de alcanzarlo. Tales objetivos aumentaban su esfuerzo, persistencia y motivación.
Así que, en lugar de manifestar la riqueza, que es un objetivo poco definido e intangible, divídalo. Para entender mejor lo que quieres, hazte preguntas como
- ¿Qué entiendes por riqueza?
- ¿Tiene un plan para hacerse rico?
- ¿Tiene un calendario?
- ¿Qué es lo único que tiene tu plan?
- Si consigues el objetivo, ¿qué piensas hacer con la riqueza?
Ahora, cree un objetivo SMART que se ajuste a sus respuestas. Un objetivo SMART es uno que es
- Específico
- Medible
- Alcanzable
- Relevante
- Limitado en el tiempo
Esto es lo que debería ser la manifestación. Debería tratarse de poner tu mente en un objetivo muy específico, tangible y relevante que no sea fácil de conseguir (pero no imposible) y luego dedicar tu energía a conseguirlo dentro de un plazo.
Conclusión
Conseguir algo es mucho más que simplemente pensar en ello. No caiga en la moda de que manifestar algo solamente significa sentarse e imaginar que todo en su vida se acomoda mágicamente. Visualiza tus objetivos y toma medidas para conseguirlos. Así es como puedes convertir tus pensamientos en realidad.