En un mundo perfecto, los estudiantes poseerían una fuerte motivación interna, o intrínseca, para lograr su mejor futuro. Estarían sentados con atención durante la clase, completando con entusiasmo la lectura y los deberes por puro deseo de aprender.
El nivel y la fuente de motivación de un estudiante son únicos para él.
En el mundo real, los estudiantes no son tan diligentes como Stepford. Sus deseos y motivaciones personales son tan únicos como ellos. Mientras que un puñado de estudiantes puede tener una fuerte motivación interna para alcanzar logros académicos, es probable que sus compañeros carezcan de la motivación necesaria para sobresalir.
Los profesores y los padres quieren que los alumnos posean un deseo intrínseco de dominar habilidades y conocimientos. Esto va unido al reconocimiento positivo de una motivación de alta calidad. Sin embargo, para muchos estudiantes es necesario desarrollar la motivación intrínseca experimentando primero la motivación externa, o extrínseca.
Motivación extrínseca definida
La motivación extrínseca es utilizada por factores externos a uno mismo. El alumno está motivado para aprender o alcanzar logros no por su interés personal o su deseo de crecimiento, sino por el deseo de complacer a los demás, cumpliendo con las expectativas establecidas por los padres, los profesores o factores como una nota media deseada.
La motivación externa también puede incluir el castigo y la recompensa. Los alumnos pueden temer el castigo asociado a la obtención de una mala nota (ya sea la propia nota o la disciplina de los padres) o desear la recompensa que conlleva un alto promedio académico. En cualquier caso, el deseo de aprender de un estudiante no le motiva, sino que el incentivo es el miedo al fracaso o el brillo del éxito.
Los pros y los contras de la motivación externa para los estudiantes
Utilizar la motivación extrínseca para empujar a los estudiantes a querer conseguir logros puede ser eficaz, pero también es bastante voluble. Pueden perder rápidamente el interés tanto por las recompensas prometidas como por los castigos, lo que obliga a subir la apuesta. Si se suprime el sistema de recompensas, la motivación de los alumnos suele disminuir en consecuencia.
Estudios de la Mathematical Association of America y otros muestran que proporcionar a los estudiantes una motivación extrínseca puede ser problemático porque la recompensa es la única razón para participar. Una vez que se elimina la recompensa, el interés disminuye por completo.
Motivación intrínseca definida
La motivación intrínseca, por el contrario, se sirve de un interés profundamente arraigado en un tema y de la comprensión de su relevancia. Los estudiantes desean aprender no sólo para obtener una calificación o ganar una recompensa, sino porque quieren ampliar sus conocimientos. Los estudiantes que están intrínsecamente motivados leen para realizar sus tareas, pero también lo hacen porque disfrutan con ello y quieren dominar un tema.
Estrategias para fomentar la motivación interna
La motivación intrínseca puede ser difícil de fomentar en los alumnos, ya que surge de deseos individuales que varían de una persona a otra. Sin embargo, muchos profesores y padres utilizan inicialmente la motivación extrínseca con la esperanza de que se convierta en motivación intrínseca.
Los profesores y los padres pueden utilizar estas técnicas para fomentar la motivación intrínseca:
- Modelar el entusiasmo y el interés por las asignaturas para que los alumnos se entusiasmen por aprender
- Crear proyectos y tareas que los alumnos puedan adaptar a sus intereses para aumentar la inversión en el proceso educativo.
- Utilizar los exámenes para evaluar los conocimientos y evitar la calificación en forma de curva para dar a los estudiantes las mismas oportunidades de éxito.
- Elogiar a los estudiantes con frecuencia (y de forma justa) y hacer críticas constructivas cuando sea necesario
Combinar la motivación interna y externa para obtener un resultado óptimo
La investigación ha descubierto que los resultados óptimos se consiguen estableciendo un equilibrio entre la motivación intrínseca y la extrínseca. La motivación extrínseca ayuda a los estudiantes a ser motivados y competitivos, mientras que la motivación intrínseca apoya la búsqueda del conocimiento por sí mismo. Fomentar ambos tipos de motivación ayuda a los estudiantes a desarrollar buenos hábitos de estudio y una inversión en el aprendizaje.
Caitrin Blake es licenciada en inglés y sociología por la Universidad de Vermont y tiene un máster en literatura inglesa por la Universidad de Colorado Denver. Es profesora de composición en el Arapahoe Community College.
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En el vertiginoso mundo actual, atraer a los estudiantes es un gran reto para los profesores. A menudo, se trata de encontrar la motivación adecuada. ¿Pero de qué tipo de motivación estamos hablando? ¿Motivación intrínseca? ¿De la motivación extrínseca? ¿O quizás una combinación de ambas? A continuación, algunas aclaraciones sobre la motivación intrínseca y extrínseca y algunas sugerencias para ayudarte a inspirar a tus alumnos.
¿Qué es la motivación extrínseca?
La motivación extrínseca consiste en hacer algo para obtener una recompensa o evitar un castigo. El principal motivador es externo (es decir, se espera obtener algo por completar una determinada tarea, o se quiere evitar una consecuencia por no hacer algo). Por ejemplo, un alumno estudia para un examen porque quiere obtener una buena nota. O cuida su comportamiento porque no quiere perder el recreo. Los alumnos eligen comportamientos no porque los disfruten o los encuentren satisfactorios, sino para obtener algo a cambio o evitar un resultado adverso.
¿Funciona la motivación extrínseca?
Como educadores, hemos oído hablar mucho de los inconvenientes de la motivación extrínseca. Los estudios han demostrado que la motivación extrínseca sólo produce efectos a corto plazo, en el mejor de los casos. Un estudio de la Universidad de Princeton llega a decir: “Los incentivos externos son reforzadores débiles a corto plazo y negativos a largo plazo”.
¿Se crean dependencias?
Otra crítica es que a veces los niños se enganchan a las recompensas que conlleva la motivación extrínseca. Según la doctora Monica Frank, “cuanto más se premie a los niños por actividades que tienen una recompensa natural, más esperarán la recompensa y serán incapaces de establecer o alcanzar objetivos sin esa motivación extrínseca.” Todos hemos tenido alumnos que exigen saber “¿Para qué hacemos esto?” o “¿Qué obtenemos si completamos esta tarea?”. Si proporcionamos el “por qué” a nuestros alumnos con demasiada frecuencia, nos interponemos en el camino para que se conviertan en aprendices independientes.
¿Afecta la motivación extrínseca a la autoestima del alumno?
Cuando los niños dependen demasiado de la motivación externa, aprenden a compararse con los demás y pueden dar demasiada importancia a las opiniones de otras personas. ¿Tengo tantos cromos como María? ¿Está mi profesor contento conmigo porque he hecho la tarea de la forma correcta? Si los alumnos buscan siempre la validación fuera de sí mismos, se sentirán infelices e improductivos cuando esa validación no esté disponible, y su autoestima puede verse afectada.
¿Hay lugar para ambas cosas?
El sentido común nos muestra que la motivación extrínseca no siempre es mala, especialmente cuando se trata de enseñar a los niños. De hecho, a veces puede ser muy beneficiosa, sobre todo en situaciones en las que los alumnos tienen que realizar una tarea que les resulta desagradable. En el aula, al igual que en la vida real, hay muchas cosas que tenemos que hacer y que, si pudiéramos elegir, no haríamos. A veces, el incentivo adecuado es el gancho que hace que los alumnos se impliquen en el aprendizaje. Y, no podemos olvidarlo: Los niños todavía están desarrollando y construyendo su cuenta bancaria de experiencias que proporcionan la base de la motivación intrínseca. Así que si necesitan un poco de motivación externa para dominar una nueva habilidad o adentrarse en un territorio desconocido, no pasa nada.
En resumen: La clave es encontrar el equilibrio adecuado.
Entonces, ¿cómo pueden los profesores despertar la motivación intrínseca de sus alumnos?
La palabra intrínseca significa que viene de dentro, por lo que parece contradictorio insinuar que podemos entrenar a un alumno para que esté intrínsecamente motivado. Aunque no podemos cambiar quién es un alumno como individuo, sí podemos crear el entorno óptimo para animar a los alumnos a desarrollar sus propios músculos de motivación. He aquí algunas sugerencias para empezar.
1. Conozca a sus alumnos.
Conozca a sus hijos como individuos y descubra qué les interesa y cómo aprenden mejor. A continuación, diseñe su instrucción en torno a estos factores de motivación. Cambia tu instrucción para mantener a los niños comprometidos e interesados. Combina el trabajo independiente, en pareja y en grupo. Utiliza la tecnología. Incorpore el arte. Mantenga el pulso de sus alumnos y ajústelo cuando sea necesario.
2. Hágales sentir que son dueños de su entorno.
Involucre a sus alumnos en la creación de los principios rectores de la comunidad de su aula. Trabajen juntos para establecer el entorno de aprendizaje óptimo para ese grupo concreto de individuos. Como todos los seres humanos, es más probable que sus alumnos cuiden de algo que han ayudado a crear.
3. Asegúrate de que tienen una base sólida.
Enseñe explícitamente las habilidades básicas para que los alumnos tengan una base sólida de conocimientos sobre la que construir. La motivación intrínseca vendrá de la mano de la capacidad de abordar tareas complejas. Fomente la confianza de los alumnos y asegúrese de que disponen de los recursos necesarios antes de empezar.
4. Practica el establecimiento de objetivos.
Aproveche el poder de establecer objetivos con -no para- sus alumnos. La consultora en alfabetización Lindsey Barrett, “Las investigaciones que abarcan décadas muestran que el establecimiento de objetivos para los estudiantes tanto la motivación como los logros, fomenta una mentalidad de crecimiento, y también apoya el desarrollo de las habilidades que los estudiantes necesitan para estar preparados para sus futuras carreras.”
5. Dar un feedback específico.
Da a los estudiantes comentarios que se centren en sus puntos fuertes en lugar de en sus puntos débiles y sé lo más específico posible. En lugar de decir “¡buen trabajo!” o “eres muy inteligente”, relaciona tus comentarios directamente con el esfuerzo del alumno. Por ejemplo, “Tu redacción ha quedado muy bien porque has creado un excelente esquema para trabajar”, o “Tu conclusión del laboratorio de ciencias ha sido muy perspicaz porque has hecho observaciones muy agudas.”
6. Aprovecha su curiosidad innata.
Anime a los estudiantes a realizar tareas simplemente porque quieren saber más, en lugar de sentirse obligados a hacerlo sólo para recibir una calificación. Establezca una Hora del Genio como parte de su plan de estudios para dar a los estudiantes la oportunidad de dirigir su propio aprendizaje.
7. En la medida de lo posible, permita a los alumnos elegir su trabajo.
En su libro The Highly Engaged Classroom, el Dr. Robert Marzano destaca la importancia de que los alumnos puedan elegir. Afirma que cuando los estudiantes tienen opciones, perciben las actividades del aula como más importantes. Esto aumenta su motivación intrínseca para esforzarse y profundizar en su aprendizaje.
8. Establezca una conexión entre las actividades del aula y las situaciones del mundo real.
Puede que uno de sus alumnos quiera ser ingeniero cuando sea mayor. Si es así, necesita tener una sólida comprensión de los conceptos matemáticos. Saber que lo que están estudiando les ayudará a cumplir sus objetivos en el futuro impulsará la motivación intrínseca de tus alumnos.
9. Salga del camino.
Confíe en sus alumnos para que encuentren su propio camino siempre que sea posible. Tu trabajo como profesor es sentar las bases y proporcionar un marco para el trabajo a realizar. Michael Linsin comparte esta forma suave pero poderosa de aumentar el aprendizaje, la motivación y la independencia de los alumnos: “Prepáralos para el éxito con una instrucción precisa, sin duda”, aconseja. “Pero luego pasa a un segundo plano. La práctica independiente es fundamental para el aprendizaje, y ofrecer demasiada ayuda suele ser más problemático que no dar la suficiente.”
¿Cuál es el comportamiento más probable de un alumno motivado intrínsecamente?
La motivación intrínseca se produce cuando los estudiantes están comprometidos debido a recompensas internas, como el amor por el aprendizaje o el interés por una materia. [3] Estos alumnos aprenden a valorar el aprendizaje por sus propios méritos, independientemente de cualquier factor externo.
Cuando alguien está intrínsecamente motivado para aprender significa…
La motivación intrínseca se define como la realización de una actividad por su satisfacción inherente y no por alguna consecuencia separable. Cuando está intrínsecamente motivada, una persona se siente movida a actuar por la diversión o el reto que conlleva y no por productos, presiones o recompensas externas.
¿Cómo afecta la motivación intrínseca?
La motivación intrínseca se refiere a la tendencia espontánea “a buscar novedades y retos, a ampliar y ejercitar la propia capacidad, a explorar y a aprender” (Ryan y Deci, 2000, p. 70). Cuando están intrínsecamente motivadas, las personas se dedican a una actividad porque la encuentran interesante e intrínsecamente satisfactoria.
¿Cuáles son los beneficios de estar intrínsecamente motivado?
Cinco estudios que destacan el poder de la motivación intrínseca. La motivación intrínseca conduce a una mayor persistencia. Compromiso motivacional intrínseco. El aprendizaje intrínsecamente motivado es más efectivo. Los empleados se desempeñan mejor cuando son intrínsecamente recompensados. Los empleados intrínsecamente motivados tienen más probabilidades de quedarse.