Los objetivos son ideas sobre el futuro que una persona tiene en mente. Son las cosas que desean lograr y quieren alcanzar en un periodo de tiempo determinado.
Suelen fijar plazos para cumplir sus objetivos. Después, una vez fijados, se esfuerzan por alcanzarlos. La fijación de objetivos es una parte importante del proceso de desarrollo.
Objetivos
Cuando establecemos nuestros objetivos, estamos intentando conseguir algo en el futuro. Los objetivos son ideas de lo que nos gustaría conseguir y de cómo nos gustaría sentirnos. Los objetivos suelen ir acompañados de un plazo que hay que alcanzar. Estos objetivos son una buena forma de conseguir una sensación de logro.
A la hora de establecer objetivos, hay que tener en cuenta que deben ser relevantes para la persona responsable de alcanzarlos. Si hay alguien en su organización que es responsable de la consecución de los objetivos, debe participar en el proceso de formulación. Un buen objetivo es sencillo de entender y hará que todos apunten en la misma dirección.
Es importante cumplir los objetivos, porque nos ayudan a desarrollar todo nuestro potencial. También nos inspiran a creer en nosotros mismos. Además, nos ayudan a medir nuestros progresos, lo que nos motivará a trabajar más. Sin embargo, las metas sin objetivos pueden parecer imposibles de cumplir. Una vez que hayas alcanzado un objetivo, te sentirás orgulloso de ti mismo y estarás motivado para seguir trabajando.
Mientras que las metas son de carácter más general, los objetivos son más limitados y se centran en resultados concretos. En otras palabras, los objetivos son hitos mensurables, basados en el tiempo, que deben cumplirse para alcanzar la meta general. Los objetivos pueden ser intangibles o tangibles. Una meta es una visión amplia, pero sin un objetivo, es probable que nunca se haga realidad.
Un objetivo SMART es aquel que es específico, medible, alcanzable, relevante y con un plazo determinado. Además de ser específicos, los objetivos SMART son detallados, ya que proporcionan los detalles necesarios para lograr el resultado deseado. Estos objetivos también son más desafiantes.
Objetivos orientados al proceso
Los objetivos orientados a los procesos son una excelente manera de desarrollar hábitos de trabajo productivos y maximizar sus habilidades. También le permiten sustituir sus objetivos de vez en cuando, sin perder de vista el panorama general. Por ejemplo, puedes establecer como objetivo de proceso la lectura de libros de liderazgo, la publicación de preguntas en foros de profesionales del marketing, el voluntariado para formar a los empleados dos veces al mes o la solicitud de un nuevo trabajo cada semana.
La mayoría de las personas tienen problemas para alcanzar sus objetivos porque se centran demasiado en el resultado. En cambio, centrarse en la acción necesaria para alcanzar ese resultado es una forma mucho mejor de tener éxito. Si te centras en el proceso y no en el resultado, el proceso te resultará mucho más divertido y gratificante. Utilizar un objetivo orientado al proceso para lograr tus objetivos puede ayudarte a alcanzar tus sueños más rápidamente.
Un objetivo de proceso puede establecerse para un periodo corto de tiempo, como un récord personal. Otro objetivo de proceso puede ser una sesión de ejercicio con medidas específicas de tiempo y esfuerzo percibido. Este último enfoque suele ser más adecuado para equipos con plazos ajustados. Pero también se pueden establecer objetivos a más largo plazo.
Los objetivos orientados al proceso son más detallados que los orientados al rendimiento. Desglosan una situación o habilidad en pasos para que puedas dominar las habilidades básicas y hacerlas automáticas. Estos objetivos pueden establecerse con la ayuda de un entrenador de deportes específicos. Además de ayudarle a alcanzar su objetivo final, los objetivos orientados al proceso son más realistas y sostenibles.
Los objetivos orientados al proceso permiten a los empleados poner más de sí mismos en su trabajo y desarrollar su crecimiento personal. Esto puede ser muy eficaz para la empresa porque mejora la calidad y la satisfacción de los empleados.
Objetivos orientados a los resultados
La diferencia entre los objetivos de duración determinada y los orientados a los resultados radica en que se centran en el resultado final. Mientras que los objetivos de duración determinada deben estar conectados a un calendario y son procesables, los objetivos orientados a los resultados se centran en el resultado final más que en el proceso. Esto los hace más adecuados para los equipos que necesitan realizar acciones con un plazo de tiempo ajustado.
Sin embargo, un objetivo orientado a los resultados no es la mejor opción para todas las situaciones. Puede suponer una gran presión innecesaria para un individuo. Una persona puede experimentar mucho estrés hasta que alcance el objetivo. Esto puede llevar a una persona a abandonar si no es capaz de manejar el estrés.
Los objetivos de proceso ayudan a los individuos y a los equipos a alcanzar una meta. Los objetivos orientados a los resultados, en cambio, evalúan el objetivo y determinan los siguientes pasos. Mientras que los objetivos de resultado se centran más en el resultado final, los objetivos de proceso se centran más en cómo llegar a él. Estos objetivos suelen ser más detallados que los orientados a los resultados.
Los objetivos orientados a los resultados son más fáciles de alcanzar y suelen tener resultados medibles. También son mucho más sencillos de medir que los objetivos de proceso. Por ejemplo, apuntarse a un club de running y correr cinco días a la semana puede parecer un objetivo imposible. Sin embargo, es posible establecer objetivos de proceso que sean más realistas. En lugar de entrenar cinco días a la semana para una maratón, una persona podría unirse a un club de atletismo y empezar a correr cinco veces a la semana. Puede que este objetivo de proceso no le cambie la vida, pero le proporcionará motivación.
Mientras que los objetivos de proceso son fáciles de medir y seguir, los objetivos de resultado requieren predicciones de eventos futuros. Si se establecen objetivos de proceso y objetivos de resultado, es más probable que se consigan.